Aceptar la tristeza para transformarla
La tristeza puede sentirse como un peso en el pecho, un nudo en la cabeza o un cansancio en todo el cuerpo. Pero no eres tu emoción, sólo la persona que la experimenta. Al respirar y aceptar su presencia, también puedes permitirle marcharse. La tristeza pasa, y tú puedes seguir adelante.