Escuchar lo que sientes
Esta práctica invita a observar una emoción concreta con atención y consciencia, reconociendo cómo se manifiesta en el cuerpo y qué impulsa en nosotros. A través de la respiración y una actitud de compasión, aprendemos a distanciarnos de la emoción, cuidarla como algo externo y tratarnos con cariño. Así, la aceptación transforma el malestar en calma y bienestar interior.